miércoles, 4 de octubre de 2017

DOS SILLAS EN PRIMERA LÍNEA DE PLAYA



Lo bueno de haber cumplido los 80 es que ya no necesitas despertadores.

Los veo pasar todas las mañanas, con sus pasos cansados de tantas laboriosas madrugadas, cuando todavía el sol le saca los colores a tenues nubecillas que arreboladas, tratan de esconderse tras el horizonte.

La pareja que cada día se dirige al mar, cuando aún en la playa los tractores nivelan las arenas, serán de mi quinta.

El marido trasporta las sillas y la mujer un cesto de enea con las toallas.

Se colocan cerca del lugar donde se confunden la espuma y la arena y como cada mañana, comulgan con el mar y todos sus secretos.

Cuando sus ojos empiezan a llenarse de estrellas por el parpadeo de las primeras irisaciones del sol sobre las aguas, cogidos de la mano, entran en el agua, para recibir juntos el agradable bautismo que les regala la naturaleza.

A la playa empiezan a nacerles sombrillas, como flores multicolores, los niños preparan los enseres para su fútil arquitectura y en las últimas líneas se montan bien juntitas, las esterillas de los enamorados.

Cuando esto ocurre ellos cogen sus bártulos y con paso pausado, pero felices, abandonan la playa.


Esta mañana, el sol ha perdido la batalla antes las tercas nubes y un aire húmedo, ha prevenido a las gaviotas que han desistido de sus majestuosos vuelos.

Ello no ha sido inconveniente para que la pareja de mi historia, como cada día, con esa puntualidad de los que ya lo tienen todo hecho, haya ocupado su sitio en primera línea de playa.

Han seguido el ritual de cada mañana, aunque esta vez, con una pequeña variante.

A la hora en la que empiezan a llegar los veraneantes a la imperiosa llamada del mar, a la hora a la que ellos suelen abandonar la playa, ha empezado a llover.

Desde mi terraza, he visto como, mientras los demás huían en estampida de la playa para guarecerse de la lluvia, ellos volvían a montar sus sillas, se cogían de la mano y envueltos en gotas de lluvia, volvían a buscar las caricias de las olas.

Y así, mecidos por la brisa y bendecidos por el agua total, se han abrazado mirando al horizonte.

Los he visto pasar, camino de su casa, con su paso lento, pero con cara de felicidad.


Esa cara de felicidad que solo se alcanza, cuando se está dispuesto a comulgar con la madre naturaleza, o cuando la locura del amor verdadero, se olvida del tiempo y los calendarios.


9 comentarios:

  1. Una pena tener que llegar a esa edad para tomar una actitud tan positiva ante la vida.
    Un abrazo.

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  2. Nos dice Javier que es una pena que nos quede menos tiempo para disfrutar de esa mutua buena convivencia y de la Madre Naturaleza, pero discrepo cordialmente, porque haber experimentado esa calidad de vida no es poco, dado la edad que ya han cosechado...¡Ojalá llegue yo a esa edad!
    Enhorabuena a ambos.
    Un abrazete.

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  3. Empezamos a vivir muy tarde, cuando veo parejas mayores siento un respeto y cariño especial hacia ellas. Abrazos

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  4. Es una etapa bonita en que sólo existe la sinceridad en palabras y acciones que la corrobora la mirada.

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  5. Un bello texto para ilustrar una postal de amor que ha vencido al tiempo.
    Me gusta eso de no tener que depender ya del despertador!
    Un abrazo

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  6. Sí, un texto precioso, lleno de ternura... Me has emocionado, Juan... Me has recordado a mis padres que no iban a ver salir el sol sobre el mar, sino al revés: por su situación geográfica iban cada atardecer a verlo acostarse en él y ver o imaginar el rayo verde...
    Un beso (ya he vuelto, después de ver amanecer sobre el mar también algunas mañanas ;)

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  7. Precioso, me ha conmovido tanta ternura, la felicidad de las pequeñas cosas. Un abrazo querido Juan

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  8. Yo envidio a esas parejas que siguen siéndolo después de tanto tiempo. Quizás porque yo no fui capaz de conseguirlo. Mi silla mirando al mar es una silla solitaria. Pero existe :)

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  9. PRECIOSO, JUAN, un texto precioso hasta decir basta. LOVE FOR EVER YOUNG!!!

    Otro abrazo de nuestra parte para vos y familia!!! (al ritmo al que visito la blogos, cada visita ya tenéis dos entradas, jajajajajaja...)

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